Coincidiendo con la llegada de la primavera, son muchas las personas que sufren picor de garganta, estornudos constantes, lagrimeo de ojos…En definitiva, son muchas las personas que sufren, un año más, los efectos de la alergia. Ante la presencia de alérgenos, el cuerpo libera una sustancia química, llamada histamina. Esta sustancia, entre otras cosas, provoca la inflamación de la conjuntiva. Cuando esta reacción se produce en una determinada época del año, habitualmente la primavera, hablamos de conjuntivitis alérgica estacional.
Conjuntivitis Alérgica Estacional
En primavera, la mayoría de las especies vegetales llevan a cabo su floración y es cuando el nivel de polen en el aire alcanza su máximo esplendor. Una mala noticia para ocho millones de españoles que son los que, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, tienen alergia a pólenes y experimentan síntomas en primavera.
Uno de los síntomas más habituales es el enrojecimiento de los ojos, la inflamación de los párpados y un lagrimeo constante. Esta sintomatología es fruto del mecanismo de defensa que se pone en marcha ante la presencia de los alérgenos y que consiste en la generación de histamina.
El cuerpo segrega histamina ante los alérgenos, sustancias consideradas perjudiciales por el propio organismo. Algunos alimentos, el moho, el polvo, el pelo de mascotas o el polen pueden provocar la puesta en marcha de este mecanismo de defensa.
La histamina hace que tanto los párpados como la conjuntiva (membrana que cubre el globo ocular y la cara posterior de los párpados) se inflamen. Las pequeñas venas de la conjuntiva también se inflaman haciendo que el enrojecimiento de la parte blanca de los ojos, sea muy llamativo. Esta sustancia provoca picor y lagrimeo en los ojos, que pueden desarrollar sensibilidad a la luz.
Este conjunto de síntomas pueden afectar a la visión. Mientras se mantenga, se debe evitar conducir o realizar actividades de riesgo. También es conveniente evitar el uso de lentillas. En su lugar se pueden utilizar gafas graduadas.
Cómo proteger los Ojos ante la Alergia
Es importante que las personas alérgicas se sometan a pruebas que determinen el alérgeno al que reaccionan. Y es que, la mejor manera de minimizar las complicaciones pasa por evitar el contacto con las sustancias que el cuerpo considera un peligro.
En el caso del polen, al estar en el aire, una buena opción es conocer las fechas de floración de la especie vegetal en cuestión para evitar salir al campo o a espacios abiertos en los días más complicados. Si es preciso hacerlo, se pueden utilizar mascarillas para proteger las vías respiratorias.
Además, podemos proteger los ojos en espacios abiertos utilizando gafas de sol envolventes. Las gafas son muy útiles especialmente en los días de viento. Evitan que el polen pueda entrar en contacto directo con los ojos. Además, las gafas de sol suponen un alivio para los ojos cuando estos desarrollan sensibilidad a la luz.
Y otro alivio para los ojos pasa por utilizar lágrimas artificiales para calmar la picazón y la irritación y para mejorar la higiene y la hidratación ocular. También se pueden utilizar colirios antihistamínicos. Y una buena opción es tomar vitamina C. La vitamina C es un antihistamínico natural y contribuye a que disminuyan los síntomas que se producen como consecuencia de la producción de histamina.
Debe estar conectado para enviar un comentario.